Piel limpia y fresca.
El jabón facial de carbón se ha puesto de moda últimamente y no es de extrañar por las fantásticas propiedades de belleza que tiene. El carbón se adhiere a las impurezas y los aceites que contiene la pastilla las arrastra, dejando la piel limpia y fresca.
Este de la foto está realizado con aceites vírgenes de Oliva, Coco y Tamanu o Calófilo, Manteca de Karité y Carbón activado 100% natural, derivado de la cáscara del coco y que le da ese color oscuro y brillante. Produce una espuma ligeramente gris, aunque ni tiñe ni mancha la piel o las toallas.
Para esta receta hemos elegido los aceites esenciales de árbol de té y enebro, por su función bactericida, astringente y refrescante, aportándole además un especial aroma terroso. El aceite vegetal de Tamanu o Calófilo es un gran aceite hidratante y cicatrizante.
Gracias a propiedades de absorción que brindan los aceites con los que está elaborado, este jabón está especialmente recomendado para las pieles grasas y mixtas. Y aunque es ligeramente astringente, no reseca la piel ya que este jabón lleva un alto porcentaje de sobreengrasado. Es muy suave, cremoso y fresco.
Te encantará para la limpieza facial diaria.