Dale a la pausa.
Provoca el momento y báñate en soledad. Sumérgete en aguas ricas en minerales y delicadamente perfumadas. Deja que los cálidos aceites recorran tu cuerpo y piérdete en el gozo de dejarte abandonar.
Aquí hemos preparado unas sales que se componen mayoritariamente de sal del mar muerto, muy rica en minerales, con propiedades suavizantes y calmantes de pieles atópicas y sal de Epson o sulfato de magnesio, muy usado en los SPAS por su efecto relajante y descontracturante de los músculos. Ambas sales son ideales para un baño remineralizante y defatigante. Además, para evitar el exceso de humedad que retienen estas sales, hemos incorporado leche de cabra en polvo, que aportará dulzura y suavidad a la piel.
El absoluto de rosa huele a plenitud y la esencia de naranja amarga te saca una sonrisa de placer.