¿Una espuma que hidrata? Sí.
Esta emulsión hace una preciosa espuma en cuanto se mezcla con un poquito de agua y se extiende por el rostro. Se aclara con agua y listo: Piel limpia, fresca y nada reseca o tirante.
Su textura es muy parecida a la de una leche limpiadora pero que se convierte en un jabón cremoso al mezclarla con agua. Lleva pocos ingredientes pero muy efectivos para un gran resultado.
El aceite de albaricoque virgen, además de ayudar a eliminar el maquillaje es suavizante, nutritivo y muy conocido por dar luz a la piel. La betaína de babaçú es un tensioactivo muy suave derivado del aceite de babaçú que limpia y humecta aportando una espuma abundante y cremosa sin irritar ni resecar la piel. Para terminar, hemos añadido extracto de hiedra por su acción calmante y anti rojeces y unas gotas de aceite esencial de enebro, que además de ayudar a mejorar la circulación nos regala unas notas aromáticas verdes e intensas.
El pH de esta emulsión jabonosa es de 5 por lo que es muy apropiada para esas pieles delicadas a las que les gusta lavarse la cara a diario con agua y jabón sin temor a la tirantez.