Manos suaves y reparadas.
No me canso de usar el aceite esencial de lavanda. Es tan agradecido en todas las formulaciones que siempre es un acierto, sobre todo en las cremas de manos. Es cicatrizante de pequeñas heridas, antiséptico y tiene muy buena tolerancia en la piel. Además sus moléculas aromáticas ayudan a relajar la mente.
Esta crema está realizada con aceite virgen de aguacate y de arroz, manteca de karité, pulpa de aloe vera, provitamina B5, urea y aceites esenciales para reparar, hidratar y suavizar las manos secas o estropeadas. Es cremosa, fresca, huele bien y se absorbe con facilidad.